Una lesión de tejido blando puede no ser tan grave como otras lesiones relacionadas con un accidente, como una lesión cerebral traumática o una lesión de la médula espinal. Sin embargo, las lesiones de los tejidos blandos son dolorosas y el proceso de recuperación puede requerir varias sesiones de fisioterapia durante un largo período de tiempo.
Las lesiones de tejidos blandos, como el latigazo cervical, son increíblemente comunes después de un accidente automovilístico. Sin embargo, puede llevar horas, días o incluso semanas darse cuenta de que ha resultado lesionado. Cuanto más se tarde en diagnosticar una lesión, más difícil será probar que su accidente la causó. Como resultado, puede ser un desafío recuperar con éxito la compensación que merece.
Si el accidente que resultó en la lesión de los tejidos blandos ocurrió por culpa de otra persona, entonces es razonable esperar que la parte responsable pague los gastos médicos y compense a la parte lesionada por la pérdida de ingresos. Desafortunadamente, las cosas rara vez salen como deberían. La persona responsable o su compañía de seguros pueden tratar de eludir su obligación presentando un argumento que resalte cuán leves o inexistentes son las lesiones. Incluso en los tribunales, los jueces y los miembros del jurado suelen ser más cínicos con respecto a los casos de lesiones de tejidos blandos en comparación con otros casos de lesiones personales.